El año pasado, la temporada de radio comenzó inusualmente tarde. La causa fue la falta de pago a los becarios durante varios meses. Una vez al día en los pagos, diciembre comenzaba y no se pudieron seguir los pasos habituales para la concesión de programas, ni darle la publicidad al proceso que siempre había tenido.
Este año, noviembre se acerca a su fin y aún no hay noticias. Solo rumores confusos que apuntan a la SGAE como causa de que aún no se haya comenzado. No voy a soltar un discurso ni llevarme las manos a la cabeza por una información que no he podido contrastar, por muchas ganas que pudiese tener.
A lo que voy, es que mucho me temo que este año no haya programa, así que esto dejará de ser el blog muerto de un programa de radio para pasar a ser un blog muerto sin más. El perfil de Facebook del programa queda así completamente inservible. Es decir, no una, sino dos malas ideas.
Sea cual sea el motivo superficial del retraso o cancelación de la temporada, la causa última está clara. En una época en la que hay que ser (o parecer) austero, ¿qué interés puede tener la Universidad de León en mantener una actividad que solo le aporta gastos, sin apenas oyentes y sin proporcionarle excesivo prestigio? La respuesta está clara. Y aunque duela, es comprensible.
Probablemente esto signifique la despedida de un programa que se mantuvo ¿6? años en antena. Pero no os alarméis: los Papipencos siguen con vida y mejor salud que nunca., proporcionándole un poco de estabilidad a un mundo tan cambiante como la universidad. De momento contamos nuestros partidos (de Fútbol Sala) por victorias. Un hecho que sería sorprendente de no ser porque solo hemos disputado un partido...
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